Advertencia: NSFW y explícito.
Yo solía ir bastante seguido a las sex shop. Por temas de plata y calidad de estas de dejado de ir, pero recuerdo lo suficiente como para hacer este post.
No nací sabiendo de juguetes sexuales. Mi primer juguete fue un vibrador huevito de PVC (mal) y el segundo un consolador vibrador de jelly (peor). Me asusté cuando esas cuestiones empezaron a oler a cortina de baño, así que decidí investigar. Fui aprendiendo gracias a blogs en inglés como Dangerous Lilly y The Ins and Out with Erika Lynae. Si tienen interés en los juguetes sexuales y saben inglés les recomiendo leerlos.
Y es que la mayoría de los juguetes en la mayoría de las sex shop que he visto son de mala calidad. No estoy hablando de “esta wea no me dio ningún orgasmo” sino de “esta wea es peligrosa para salud”. Te puedes arriesgar a infecciones, quemaduras químicas y enfermedades.
Lo principal son los materiales. Si el juguete no te puede decir de que está hecho especificamente, es malo. No lo compres, es botar plata. Pueden ponerles nombres llamativos como “jelly”, “cyberskin”, “fantaskin” o lo que sea pero si no son capaces de describir los compuestos que tienen no valen la pena. Es como un alimento del súper que no tiene los ingredientes listados, pero que en su interior tiene cianuro.
La mala noticia es que la mayoría que veo en las sex shop son de esos materiales.
Según las personas que se dedican a reseñar juguetes profesionalmente:
Hay que asegurarse que cosas como la pintura también sean seguras.
TPE, TPR y/o elástomeros no son tóxicos pero si porosos. Esto significa que bacterias pueden quedar dentro de sus poros independiente de cuanto los limpies y luego te pueden hacer daño. Considéralos desechables.
Muchos juguetes no vienen con instrucciones de uso. Eso es importante considerando la mala educación sexual que tenemos. Porque no puedes insertarte cualquier cosa en cualquier parte. Hay juguetes de uso sólo externo. También hay juguetes que no puedes insertar analmente, porque no tienen base ancha acampanada (flared). Si lo haces, corres el riesgo de que pase de largo hacia dentro de tu recto y después necesites intervención médica para sacarlo.
Hablando sólo de forma, esto puedes usarlo analmente:
Un plug que si tiene base ancha acampanada.
Este no:
Un consolador que no tiene base ancha acampanada.
También, aunque no son directamente juguetes, hay líquidos que se usan en el sexo que pueden ser peligrosos.
Los desensibilizantes por ejemplo son un problema. Como su nombre dice, te desensibilizan al dolor físico, lo que te puede poner en riesgo al no poder reaccionar a posibles heridas que necesiten atención. Si necesitas desensibilizarte para realizar una actividad sexual, quizá sea mejor no hacerla. Recuerda que el sexo siempre es opcional.
Hay líquidos comestibles con sabor que se usan en genitales. Si tienen compuestos como azúcar, pueden dar infecciones, así que es mejor evitarlos.
Por otro lado están los prejuicios contra gente marginalizada (bigotry). Esto se ve más en el marketing y empaque de estos juguetes. Machismo, racismo, transfobia, entre otras son comunes. Básicamente hacer ver a personas marginalizadas sólo como cosas para masturbarse. La verdad no quiero dar ejemplos, son bastante desagradables, pero si te pasas a cualquier sex shop común probablemente verás algo.
Afortunadamente existe gente en el mercado de juguetes sexuales que si tiene ética. Hay marcas que tienen juguetes seguros y sus publicidades y empaques no marginalizan a nadie. El problema es que son bastante más caras que su competencia, pero si quieres masturbarte con un juguete a largo plazo vale la pena. Si los cuidas, pueden durarte toda la vida.
No tengo patrocinio de las tiendas que mencionaré.
Los juguetes sexuales pueden ser una gran adición en la masturbación y en el sexo, pero es necesario ser ciudadose por nuestra salud y de la gente con la que compartamos sexualmente.